Para el equipo de Panizzolo Recycling el regreso de una máquina de reciclaje usada es sinónimo de nuevo potencial al servicio de las empresas de tratamiento de residuos, deseosas de desarrollar su propio negocio de molienda y refinación de las chatarras metálicas. Por este motivo, todas nuestras máquinas de reciclaje, incluidos los modelos revisados, tienen que respetar una política de calidad destinada a maximizar la inversión del cliente.

Hoy os mostramos cómo concretizamos este objetivo, mediante dos molinos móviles usados que han regresado recientemente después de casi diez años de servicio y que muy pronto volverán a funcionar en dos empresas europeas. Sandro Tiozzo (Gerente de producción) y Denis Zanin (Gerente de electrónica y automatización) dirigen el equipo encargado de las intervenciones y nos explican los procedimientos que aplicarán.

¿Cómo habéis operado, desde el principio, con estos dos molinos de martillos?
Dependiendo de lo que emerja de la sesión informativa, las máquinas de reciclaje usadas que han regresado a nosotros pueden seguir dos procesos: la revisión o la regeneración. Hoy, para estos dos modelos, un equipo de operadores mecánicos y eléctricos llevará a cabo un trabajo de revisión. En cuanto llegaron, realizamos un control visual tanto de la parte externa como de la interna. Hicimos una lista de todo lo que había que sustituir tanto por motivos de desgaste como por estándar de integridad. El paso siguiente será el desmontaje mecánico y eléctrico completo.

¿Cómo valoráis los elementos que hay que sustituir?
Prácticamente seguimos dos lógicas. Si durante el control detectamos componentes evidentemente desgastados, rotos o que funcionan mal, se señalan inmediatamente y se sustituyen con otros de calidad equivalente o superior. Dependiendo de los casos, podemos prever también una actualización tecnológica radical, como ocurrió con la centralita oleodinámica de uno de los dos molinos de martillos usados. En cambio, para los componentes sujetos a desgastes «al límite», seguimos un procedimiento especial.

Pongamos un ejemplo concreto. Durante el control de una de las máquinas de reciclaje usadas, vimos que una coraza del capó estaba estropeada, pero todavía podía servir. Aun así, los años de molienda la habían consumido de manera particular. Por lo que analizamos cómo se habría consumido en un futuro y decidimos sustituirla porque habría perjudicado la eficiencia de la producción. Estas fases de análisis meticulosas están guiadas también por un procedimiento de empresa consolidado, que nos conduce hasta el control de toda la tornillería de la máquina.

¿Cómo procedéis desde el punto de vista eléctrico y electrónico?
Estamos constantemente en evolución, tanto desde el punto de vista del software como de los componentes eléctricos. Por tanto, es normal que las instalaciones de reciclaje usadas no estén actualizadas como las nuevas. Aun así, intentamos siempre realizar las máximas actualizaciones posibles, de manera que los modelos revisados estén al paso con los nuevos.

Además de las actualizaciones, realizaremos controles eléctricos minuciosos. Mi equipo no se detiene solo en los elementos que no funcionan, sino que controla todos los componentes y los cableados. Se abre el cuadro eléctrico, se limpia de arriba a abajo y se inspecciona cada componente. En estas dos instalaciones de reciclaje usadas y revisadas, el panel de mandos para el mantenimiento es un elemento que está muy sujeto al desgaste. Por consiguiente, se desmontará, se inspeccionará y, si es necesario, se sustituirá completamente. Tendremos un cuidado particular en la actualización del software de gestión y control. Es muy importante para la productividad de nuestros sistemas de reciclaje, y nuestra empresa invierte constantemente en el diseño de nuevas actualizaciones. En un molino móvil usado se sustituirá un terminal operador, mientras que en el otro se actualizará el PLC.

¿Hacéis también el desmontaje completo de las máquinas?
Por supuesto. Los dos molinos de martillos se desmontarán desde el punto de vista mecánico, oleodinámico y eléctrico. El molino, la cuna, las cintas y el rotor se extraerán, limpiarán y se examinarán para localizar posibles anomalías. El rotor, un componente que por su naturaleza está más sujeto a la molienda, se desmontará y revisará completamente. Se examinarán los cojinetes, se controlará el equilibrado y, por último, se devolverá a un estado de funcionamiento óptimo. El aceite se drenará y se sustituirá, y se inspeccionarán todos los tubos y pistones. Una vez terminadas las operaciones, todo se engrasará y lubricará y se montará nuevamente en su lugar.

¿Lleva mucho tiempo realizar las operaciones de revisión?
Para hacer un trabajo bien hecho, siempre hace falta el tiempo necesario. Aun así, nuestras máquinas de reciclaje han sido diseñadas para simplificar el mantenimiento. Por lo tanto, mis empleados siempre pueden realizar el trabajo en tiempos muy breves, de manera segura y optimizando todas las operaciones. La cuna patentada es el ejemplo perfecto: una vez extraída, podemos colocarla cómodamente en el suelo para tener un acceso completo a la cámara de molienda. Por último, los molinos de martillos de Panizzolo son máquinas sólidas y robustas. Estos dos modelos han funcionado durante casi diez años con motores eléctricos, RSU y perfiles de aluminio. Hemos limpiado y examinado toda la estructura sin encontrar ningún tipo de daño o grieta.

¿Cómo completáis las operaciones de revisión?
Una vez terminados los trabajos mecánicos y eléctricos, las máquinas de reciclaje se montan y se prueban aquí en la sede. En esta fase, mis empleados seguirán las mismas directivas aplicadas a la prueba de los modelos nuevos. Realizaremos todos los test mecánicos y eléctricos programados antes de la entrega al cliente, para evitar imprevistos o problemas durante la instalación y para que nuestros técnicos se concentren al máximo en la formación de los operadores.